domingo, 20 de diciembre de 2009

Al fin se ríen.

Se acercan unas fechas muy tontas y como sé que a muchos nos van a hacer falta no una sino mil sonrisas, por esta vez y sin que sirva de precedente me he dado el gusto de modificar los últimos dibujitos que he encontrado, borrando sus expresiónes habituales y sustituyéndolas por unos gestos faciales más simpáticos. Espero que sean de vuestro agrado.





Al de arriba le sienta muy bien su nueva expresión. Hasta él mismo ha quedado sorprendido.

El siguiente mustra una sonrisa más amplia:

Y éste otro se está tronchando:


Éste es el que parece un mando del "escalestrix":


Se le ve agusto.

Éstos de abajo están alegres bailando. No me extraña, la música tiene propiedades insospechadas. Hasta hace crecer las plantas.


Veamos más sonrisas:

Muy tiernos.

Veamos otro:

¿En qué estará pensando? Al siguiente también se le ve contento.


A este de abajo además de la risa le han salido brazos.

Y estos además hacen manitas:


¡Vaya, acabo de encontrar muchos más bichipenes con brazos! Pero ya está bien de sorpresas por hoy, los de los brazos y las manos quedarán recopilados en la próxima entrada.

¿Os han gustado?

sábado, 5 de diciembre de 2009

El post de las letras.

Estos bichitos se van civilizando. Prueba de ello son las letras que demuestran saber formar.

Esta es una "n" minúscula:







Y ésta es la letra "F":


Ahora una que parece una "i":


Una más, la "O":


Y para terminar un conato (frustrado, diría yo) de formar la letra "A".



Se ve que tienen que mejorar la caligrafía. !Hala, a practicar!

PD: Las veinte y pico letras del abecedario, bien combinadas, han sido suficientes para escribir todos los libros que conocemos. Igual de sorprendente sería que hubieran servido para componer uno solo de ellos, por ejemplo la Escuela de Mandarines o cualquier otro de los que escribió Miguel Espinosa. Veintitantas letras dan para eso y más.

Sirva este post de homenaje a tan insigne escritor.

¿Llegarán los bichipenes a formar alguna palabra? En fin, por algo se empieza, cabe decir.

martes, 1 de diciembre de 2009

Escena de la corte.

Menuda escena tenemos aquí. El bufón, el santón y el bribón . Este último, con su carita de pánfilo y su estar aquí como si no estuviera, está consiguiendo forrar su capa de armiño con mucho parné.





¿Qué hará subido en esa silla que ni siquiera es un trono en condiciones? ¿Quién lo puso ahí? ¿Pero no sabe este tipo que sólo a los papas les están permitidos los tres anillos que lleva en esa corona de papel maché? Puede que en el fondo sólo sea un impostor. Anda, chavalote, bájate ya de ahí.