viernes, 31 de julio de 2009

Personajes sin autor invaden mi libreta

Casi sin darme cuenta, he visto aparecer estos personajillos en la libreta que utilizo para apuntar las cosas que olvido. Entre las anotaciones han surgido ellos, sin avisar. Me entretengo mirándolos, porque sus rostros me hacen creer que poseen algún tipo de sentimiento.

Los del fondo parecen tener problemas psicológicos serios, pero el que está más cerca ¿no padecerá alguna especie de deliquio amoroso? Y si es así, ¿no acabará éste desvaneciéndose con el tiempo? Me refiero al deliquio, claro.


¿Y estos otros de aquí abajo quiénes son? Los he encontrado entre la lista de la compra de hoy, en mi libreta. Ahí están, con mucho descaro, haciéndose pasar por "normales", mientras quizás murmuran, conspiran o, lo que es peor, nos vigilan...


Esto es una invasión en toda regla. Infantes y paracaidistas se despliegan. Solo he visto a estos dos del siquiente dibujo, pero no me extrañaría que tras ellos llegue todo un pelotón. ¿Vendrán en misión humanitaria? ¿A poner paz, tal vez? Desde luego, armas no se les ve, pero, por los cascos, parecen marines amenricanos...


¡Caramba! ¡Ya lo sé!: huyen del fuego amigo y de las “blowbacks” que produce la guerra…
Aunque, pensándolo bien, también es posible que acudan raudos a inscribirse en las listas de voluntarios para pilotar bombarderos teledirigidos: son unos puestos muy seguros, y a todos les encantan porque les recuerdan a los juegos de videoconsola…
Si es que Gila creó escuela en el Pentágono, joder.

Ya lo decía, ahí viene el pelotón:


Bueno, espero que no monten aquí el campamento. Bastante tengo con vivir al lado de la base de Rota... Además, empiezan a no caerme muy bien los caragalletas estos, la verdad.