En el dibujo de abajo vemos un hueco que parece vacío:
Si elevamos el punto de vista, vemos que hay algo dentro:
Pero elevándolo aún más, observamos lo que es posible que sea la cabeza de un bichipene:
Conclusión: Según dónde esté situado el punto de vista, los bichipenes se ven o no se ven. Por tanto, aunque no los veamos, no podemos descartar que ellos hayan estado siempre ahí.