No logro acostumbrarme a las continuas apariciones de dibujos entre mis papeles. ¿Quién será su autor? ¿Cuál será su intención? ¿Por qué soy yo siempre el que los encuentra? Todo esto, como es comprensible, me intriga e incita mi curiosidad.
La avalancha de bichipenes parece haber remitido, pero ahora me encuentro estos otros especímenes, aun más extraños. Bueno, al menos tan extraños como aquellos, porque, aunque ya casi me había habituado a sus formas grotescas, no se puede decir que los bichipenes fuesen muy normales, la verdad.
Veamos los nuevos monstruos:

Está claro que cada uno es de su padre y de su madre, es decir, que no tenemos ni idea de dónde proceden.
Estos otros de aquí parecen estar flotando:

Al igual que estos:

El que viene ahora me suena algo:

Y este de abajo también. Si no fuera por las patas, diría que ambos pertenecen a la conocida especie tantas veces aparecida en este blog. Pero tienen algo más que los diferencia:

Tal vez sea la expresión.
Del siguiente sólo puedo decir que es igualmente inclasificable:

Para acabar la serie, veamos un retrato de perfil:
Aunque, visto lo anterior, no sabría especificar si es el retrato de un rostro o lo es de cuerpo entero. Si aparecen más pistas, lo haré constar...